Relato
Los oficios de la vida
Nada más bajarnos del autobús sentimos cómo el viento norte del Chaco aturdía más de la cuenta, pero no amainaba el calor ni el sopor de la espera en la cola de migraciones.
Nada más bajarnos del autobús sentimos cómo el viento norte del Chaco aturdía más de la cuenta, pero no amainaba el calor ni el sopor de la espera en la cola de migraciones.